Javier López Otero Profesor del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte
Mié, 01/06/2022 - 11:00

“Lebensraum” o “espacio vital"Imagen de SarahdJosua-mix-editorial.com

Serie: 'Haciendo Historia' (LXXXIII)

El concepto de “Lebensraum” o “espacio vital”, creado a finales del siglo XIX por el geógrafo Frederick Ratzel, quedó íntimamente unido a la ideología Nazi, una vez que fue oportunamente modificado y empleado para justificar la expansión de la Alemania de los años 30 y 40. Sin embargo, su autor no lo había conceptualizado en los mismos términos que el gobierno Nazi, ni el contexto en el que lo planteo se parece al de la Alemania de los años 30.

Frederick Ratzel analizó las causas que explican la expansión y contracción de los estados y determinó que todo se explica por la existencia de un “Lebensraum”, el cual, debe tener la extensión adecuada para la nación. Dicho espacio se define como el área geográfica necesaria para que la población del momento presente pueda sobrevivir, dado su” modo de vida actual”, es decir, dada su capacidad tecnológica y organización concreta.

Un análisis sencillo de este concepto permite entender que el concepto de espacio vital tiene una importante relación con la teoría malthusiana que determina la existencia de una relación entre la población y los recursos. De este modo, Ratzel entiende que el territorio tiene una determinada capacidad de producción, dado “su modo de vida,” y que, cualquier expansión demográfica implica necesariamente una expansión de sus fronteras, para reestablecer el equilibrio entre población y recursos.

Esta conclusión de Ratzel procede de su propia vivencia personal, ya que se vio obligado a emigrar desde un entorno rural en el Ducado de Baden, hacia el entorno urbano de aquella región. El fuerte proceso industrializador sufrido en Alemania, al igual que el que tuviera lugar en Reino Unido, produjo cambios muy bruscos, que dieron lugar a grandes alteraciones económicas y sociales en dichos países. Alemania había pasado de ser una potencia agrícola, a liderar la segunda revolución industrial a finales del siglo XIX, desarrollando industrias muy competitivas en sectores como la química, la automoción o la electricidad. Todo ello produjo un fuerte éxodo rural, debido a la progresiva mecanización del campo y la demanda de mano de obra en las ciudades.

Sin embargo, la población alemana expulsada de las áreas rurales no encontraba suficiente demanda de empleo en las ciudades, por lo que la única salida a la que se vieron abocadas muchas familias alemanas, fue a la emigración. De hecho, el propio imperio alemán contempló esta opción como la más aceptable y, en cualquier caso, preferible a la creación de bolsas de pobreza en las ciudades, lo que sin duda generaría conflictividad social. De este modo, el gobierno estableció acuerdos de emigración con potencias demandantes de población de todo el mundo, especialmente con países del continente americano.

Esta situación generó una diáspora sin precedentes en la historia del país. Concretamente emigraron cerca de 6 millones de habitantes en el siglo XIX, lo que representa un 10% de la población de comienzos del siglo XX. La mayor parte de ellos emigraron a EE.UU., (entre un 80 y 90%), y el resto se distribuyó entre Canadá, Brasil, Argentina y Australia. En cualquier caso, esta situación, no era novedosa en la historia de Alemania, ya que desde muy antiguo existen importantes bolsas de población alemana entorno al territorio de dicho país. Por ejemplo, en territorios como República Checa, Rumanía, Polonia o Ucrania existe un volumen de población alemana significativo.

Figura 2. Línea Hamburgo-Nueva York. Fuente: KPBS (2015)

Línea de Hamburgo a Nueva York. Fuente: KPBS (2015).

Frente a esta situación de Alemania, otros países como Francia, Reino Unido o EE.UU. habían alcanzado la solución de trasladaban población emigrante a sus colonias, con este procedimiento no existía una pérdida de población neta para estos países. Sin embargo, la perdida de población alemana por emigración, implicaba la pérdida de la oportunidad de ganar peso específico en el contexto europeo y mundial. El tamaño demográfico tiene una relación directa con el poder de los estados. Esto ocurre incluso hoy en día, los estados más poblados demográficamente suelen tener una economía más grande y, por lo tanto, mayor capacidad bélica, al menos a largo plazo. Asimismo, las potencias demográficas industrializadas generan economías de escala mayores que los países de menor tamaño, lo que supone una ventaja importante para las primeras.

Esta situación expansiva de Alemania en términos demográficos y tecnológicos, así como la mencionada emigración, indujo a Ratzel a considerar que Alemania no contaba con un “espacio de vida” o Lebensraum. Por lo tanto, debía paralizar la sangría de la emigración mediante la expansión colonial de Alemania, especialmente en África, que era el único ámbito que quedaba por colonizar en aquel momento. En ello difiere completamente de la estrategia seguida por los dirigentes de la Alemania Nazi. El concepto de Lebensraum de Ratzel no es racista, ya que la expansión del espacio vital la realiza “un pueblo” en lugar de una raza concreta. Por otra parte, dicha expansión debía realizarse fuera del territorio europeo.

Desde la perspectiva actual, cabe decir que algunos de los postulados que propone Ratzel en su teoría siguen vigentes. Por ejemplo, en la actualidad se considera que existe una relación entre la población y recursos que puede resultar limitante. Y un crecimiento de la población demográfica dado un nivel productivo concreto, puede resultar en una emigración masiva, como de hecho ocurre en muchos países del continente africano. Por otra parte, es cierto igualmente que las potencias demográficas suelen ser más estables a largo plazo, (siempre que exista cierta cohesión interna), debido a que generan economías de escala que hace que produzcan mucho más barato. Además, tienden a tener más variedad de profesionales y mercados más grandes que pueden usar instrumentalmente. Un buen ejemplo de ello es China o India.

Figura 3. Crecimiento de la población en la UE y en los países de áfrica subsahariana. Fuente: Banco mundial (2021)

 Crecimiento de la población en la UE y en los países de áfrica subsahariana. Fuente: Banco mundial (2021).

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-398X

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