Rubén Tino Ramos Profesor de Máster en PRL y Máster en Dirección y Gestión de Proyectos
Jue, 08/02/2024 - 10:00

Protección civil y búsqueda de supervivientes en catástrofe de hombre y perro

Ejercicio de rescate de personas con perro. Entrenamiento de Protección Civil ante catástrofes.

Serie: 'Seguridad a tu alcance' (XL)

El 20 de junio de 2023 marcó un hito en el Sistema Nacional de Protección Civil de España con la aprobación del Real Decreto 524/2023, que introduce la nueva Norma Básica de Protección Civil. Esta normativa se convierte en la piedra angular de la protección civil española, centrada en la cohesión y el funcionamiento integrado de la planificación a nivel nacional.

La esencia de la Norma Básica de Protección Civil radica en su ambición por cohesionar y garantizar la operatividad transversal del Sistema Nacional de Protección Civil. Su propósito central es unificar criterios para la planificación frente a emergencias, buscando la identificación meticulosa de riesgos y el desarrollo de un catálogo exhaustivo que los clasifique. Este catálogo abarca fenómenos tan diversos como inundaciones, terremotos, maremotos, riesgos volcánicos y accidentes industriales y tecnológicos con potencial para comprometer la seguridad ciudadana.

La proactividad es una de sus piedras angulares, estableciendo Directrices Básicas para la Planificación que buscan mantener una concordancia nacional en la gestión de riesgos. Imaginemos un lienzo donde cada pincelada, por muy distinta que sea, contribuye a una obra íntegra y comprensible. Eso es precisamente lo que esta regulación busca con los planes de protección civil.

En cuanto a la planificación, la nueva norma básica incorpora pilares fundamentales, como el Plan Estatal General (PLEGEM) que actúa como marco de referencia, los Planes Territoriales que integran las particularidades de cada comunidad y ciudad autónoma, los Planes Especiales por Riesgos Catalogados y los Planes de Autoprotección, que incumben a los propios titulares de actividades con riesgos inherentes.

La planificación, sin embargo, es solo la punta del iceberg. La normativa contempla un sistema riguroso de implantación, mantenimiento e integración, asegurando que las respuestas a emergencias no sean improvisadas, sino producto de un entrenamiento y preparación continuos.

Es esencial destacar que esta ambiciosa norma trae consigo un período de transición de cuatro años. Durante este tiempo, se mantendrá la aplicación de los mecanismos previos existentes, evitando vacíos o distorsiones, mientras se tramitan y adaptan los nuevos instrumentos de planificación bajo esta normativa unificadora.

En definitiva, esta nueva Norma Básica traza una ruta hacia una mejor coordinación y eficacia en la prevención y respuesta ante emergencias. Constituye una hoja de ruta fundamental que marcará un antes y un después en cómo nos preparamos y afrontamos las situaciones de riesgo en nuestro entorno. La evaluación continua, con programas específicos basados en el análisis crítico de activaciones, permitirá mejoras a lo largo del tiempo, estableciendo plazos para revisiones periódicas de los planes. Junto con las memorias anuales previstas, proporcionará una visión integral, asegurando su actualización y adaptación constante a las dinámicas cambiantes de las emergencias y contribuyendo, en definitiva, a la mejora continua del sistema de protección civil.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-288X

Burgos, España

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