Vanesa Martínez Valderrey Directora del Máster en Neurociencia
Mar, 09/03/2021 - 10:30

Niño que se pregunta mirando a la pantalla de una tablet

Niño sentado con cara de confusión sosteniendo una Tablet.

Serie: 'Neurociencia Educativa' (II).

El objetivo de la neurociencia educativa también conocida como neuroeducación, consiste en explicar cómo el cerebro posibilita la creación de la mente (Gazzaniga, 2002), esto es, comprender el funcionamiento y la estructura interna del cerebro en relación con su plasticidad y a los procesos intervinientes en el aprendizaje con la finalidad de mejorar el desempeño docente-alumno en contextos de enseñanza-aprendizaje. En definitiva, cuando nos referimos a neuroeducación estamos estableciendo una relación triádica entre neurociencia (estructura y funciones cerebrales), psicología (conductas y procesos cognitivos) y educación (proceso de enseñanza-aprendizaje), sin embargo, la realidad es que neurología y pedagogía aún presentan grandes distancias. Y es en ese momento, en el que nos detenemos a analizar las implicaciones del paradigma neuroeducativo para la atención al desarrollo a lo largo de las diferentes etapas educativas.

La anatomía cerebral, en condiciones normales de desarrollo, es similar en todos los seres humanos, sin embargo, cada cerebro es una obra única que se perfila mediante la experiencia, la educación y el entrenamiento sistemático. Es por este motivo que es prescriptivo incidir en la valoración específica de las características concretas del alumnado a fin diseñar estrategias de enseñanza-aprendizaje y evaluaciones flexibles y adaptadas a la consecución de competencias en función de dichas particularidades. Esto pone de manifiesto que cualquier alumno es susceptible de mejorar, y de aferrarse al proceso enseñanza-aprendizaje, siempre y cuando se realicen propuestas educativas basadas en las particularidades y en los ritmos de aprendizaje individuales.

Por todo lo anterior, la neurociencia se presenta como una nueva fuente de recursos para la construcción de un paradigma empleable en el contexto educativo. De esta forma, la educación se convierte en el vehículo moldeador y motivador del cambio hacia el aprendizaje activo del alumnado. En este contexto, el modelo educativo hace al alumno protagonista de su propia experiencia formativa. Este nuevo concepto de educación evidencia cambios significativos en los hasta ahora modelos hermenéuticos de enseñanza-aprendizaje y repercute en una necesidad formativa en el ámbito de la neuroeducación de los profesionales del sector educativo.

Para llegar a comprender la importancia que tiene la neuroeducación, resulta necesario entender el proceso de aprendizaje como un todo en el que intervienen distintas áreas cerebrales y factores condicionantes del desarrollo. Y es que, aunque la inteligencia siempre ha estado directamente relacionada con aspectos concernientes a la capacidad cognitiva y a procesos de memoria y atención, el mapa del funcionamiento del cerebro es mucho más complejo. Hay otros procesos tan significativos como la experiencia emocional, la motivación, la metacognición o la empatía. A la hora de garantizar el bienestar y la satisfacción personal, social y académica de las personas, y del alumnado en particular, es cardinal dar atención a todos estos procesos por medio de un paradigma como el que proporcionar la neuroeducación.

 

Referencias bibliográficas

Gazzaniga, M. (2002). Cognitive Neuroscience. Norton & Co.

Editor: Universidad Isabel I.

ISSN 2697-0481

9 de marzo de 2021.

Burgos, España.

Añadir nuevo comentario

La Universidad Isabel I tratará la información que nos facilite con el fin de publicar su comentario como respuesta a esta entrada de su blog, así como para mantenerlo informado de nuestra actividad. Más información sobre este tratamiento y sus derechos en nuestra política de privacidad.