Clara Miracle Belda Galbis Coordinadora de la Especialidad en Biología y Geología del Máster de Formación del Profesorado
Jue, 25/11/2021 - 11:20

mujeres en una manifestación por la igualdad

Mujeres manifestándose por la igualdad.

La idea de promover esta convocatoria, cuya temática en su primera edición es tolerancia cero frente a la violencia de género, me pareció desde el principio más que necesaria, aunque por momentos pensé que yo poco podría aportar ya, porque quizá está todo dicho, pero desde luego no todo hecho y desde luego habrá que insistir. Y espero estar a la altura, sintiendo una gran responsabilidad, que quiero enfrentar, en parte, porque me siento en la obligación de hacerlo. Por mí y por todas mis compañeras; ahora, ayer y mañana

Queremos que se nos considere iguales, porque lo somos, y ser libres, porque también lo merecemos. Buscamos oportunidades, reconocimiento, respeto, vivir y hacerlo sin miedo. Sin que nadie nunca se crea con derecho a hacer de ti lo que quiera. Sin que nos maten —porque no morimos—, en sentido estricto y no tanto, teniendo en cuenta el trauma que muchas arrastramos como una penitencia eterna sobreviviendo a experiencias que no tendríamos por qué haber vivido, siendo víctimas no una, sino al menos dos veces, al ser en demasiadas ocasiones injustamente juzgadas por la sociedad, porque no deberíamos de haber llevado determinada ropa, ir por determinados sitios a determinadas horas o viajar solas; porque deberíamos elegir bien a nuestras parejas; verbalizar rechazo explícito en situaciones que bloquean, en las que podemos, incluso, llegar a temer por nuestras vidas, pero también si intentamos y conseguimos sobreponernos y hasta sonreír. ¡Qué sin sentido! Porque nunca es culpa nuestra...

Y no, no es cuestión de ir contra ellos, ni de que pierdan su estatus. Es cuestión de ganarlo nosotras, que en realidad no deberíamos ganarlo, porque también nos corresponde por derecho. Es cuestión de justicia, dignidad y sentido común, a todos los niveles; también en lo referente a la brecha salarial, al techo de cristal o a los micromachismos, por ejemplo, porque igualmente son formas de violencia —agresiones, sin duda—.

Y ¿Cómo resolver? Con empatía por parte de quienes están enfrente o al lado, educación a nivel de conjunto y nuevamente sentido común.

De acuerdo con la RAE, feminista es «aquello perteneciente o relativo al feminismo», así como «aquel partidario del feminismo». Y el feminismo, en su primera acepción: «principio de igualdad de derechos entre la mujer y el hombre», considerándose, también «movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo». En base a estas definiciones, queda claro, por tanto, que el feminismo no resta, suma. Lo hacemos por nosotras y por ellas. Lo hacen por nosotras y por ellas; porque también hay hombres concienciados, o más bien, que no entienden la vida de otro modo, como debe ser, porque lo contrario no es justo, cuanto menos, y no debería ni permitirse, ni asumirse.

Como hemos gritado en muchas manifestaciones, el futuro será feminista o no será. Y no solo se lo debemos a la sociedad del mañana, se lo debemos también a quienes tienen o tenían en el pasado menos opciones para combatir el machismo y por supuesto a quienes lo han enfrentado, consiguiendo grandes avances en la lucha hacia la erradicación de la violencia machista y hacia la igualdad, en circunstancias mucho más adversas que las actuales y hasta perdiendo la vida. Me refiero a personas o grupos conocidos con un impacto notable, como Clara Campoamor, de importancia capital en la conquista de nuestro derecho al voto en España, o, más en relación con la cuestión que nos ocupa, como Ana Orantes, asesinada tras contar públicamente el calvario de malos tratos que había sufrido durante décadas y cuyo testimonio condujo a reformas cruciales para la protección de las víctimas en nuestro país, pero también a mujeres o grupos desconocidos, que también defienden la igualdad sin fisuras, que intentan ponerla en práctica y que consiguen grandes avances con gestos discretos que en realidad no lo son.

Este es mi pequeño granito de arena; pero a granitos, la playa está llena. No dejemos de aportar y de luchar, porque todo cuenta. ¡Y lo conseguiremos!

Por quienes son niñas y mujeres a nuestro alrededor. Por nosotras mismas. Y por un futuro mejor para todos.

En homenaje y como agradecimiento a todas las que lucharon, luchan y lucharán por la causa. A todas las supervivientes y a las que les arrebataron, incluso, esa posibilidad.

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