Javier López Otero Profesor del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte
Mié, 17/03/2021 - 09:51

San patricio y los tréboles

Serie: 'Haciendo historia (XXXVI)'

San Patricio es sin duda uno de los santos patronos cristianos de mayor antigüedad entre las naciones europeas. Sin embargo, también se distingue por mantener una gran vinculación con la nación que apadrina, Irlanda, cuya intensidad no ha menguado pese al impacto de la Ilustración. Y es que este movimiento esencialmente empirista antepuso los hechos observables (según los medios técnicos de la época) a la fe, lo físico frente a lo metafísico y, en definitiva, el régimen liberal frente al antiguo régimen absolutista. Por eso, sorprende que en un país como la vieja Eire los vínculos con San Patricio sean tan estrechos, sobre todo por su intensidad y longevidad. En otras naciones europeas la vinculación político-religiosa desapareció o menguó como consecuencia de la Ilustración o el éxito de la reforma protestante, tal es el caso del vínculo de San Bonifacio en Alemania o San Jorge en Inglaterra. En otros casos como Francia, la desaparición se atribuye a la Ilustración y en particular a la Revolución Francesa, como ocurió con San Dionisio o San Martin de Tours.

Piedra del lugar donde fue secuestrado San Patricio. Fuente: Amockens (2011)

En otras palabras, se podría señalar que Irlanda (y aquí dejamos al margen España y algunas nacionalidades sin Estado) es un rara avis en el panorama europeo actual, porque en la mayoría de los países se ha producido un proceso de desvinculación nacional con la religión cristiana, así como sus símbolos en mayor o menor grado. En Irlanda ese proceso no solamente no se ha producido, sino que San Patricio sigue manteniendo una intensa relación con Irlanda desde hace más de 1600 años y ésta no se ha alterado sustancialmente en los últimos 300 años. Incluso, en el panorama globalizado actual, esta festividad y vinculación supera las fronteras de Irlanda, aprovechando la capacidad de difusión estadounidense y británica.

La relación entre Irlanda y San Patricio. Los orígenes.

Trébol de tres hojas. Símbolo nacional de Irlanda. Fuente: Wikimedia (2005)

 

Lo cierto es que San Patricio ni siquiera era irlandés, sino ciudadano romano y britanno que vivió en una pequeña aldea denominada Bannave de Tabernia, cuya localización no se ha identificado, aunque la mayoría de las teorías apuntan en el norte de Britannia. Patricio era hijo de Calpurnio, diácono y decurión.

Según él mismo refiere en su libro confesiones, a la edad de 16 años fue secuestrado mientras pescaba y fue llevado a Hibernia (Irlanda), en compañía de otros mil compatriotas. Allí fue vendido como esclavo y sirvió durante seis años a un jefe local que, a la sazón, resulto ser un druida de nombre “Milchu”. Este acontecimiento dramático le dio dos atributos esenciales en su posterior acción evangelizadora: conoció la religión de los druidas y la lengua gaélica, y se convirtió al cristianismo. Transcurrido ese plazo y, según el mismo San Patricio refiere, abandonó su lugar de esclavitud por indicación divina y se dirigió hacia un puerto al oeste donde un barco le llevó de vuelta a Britania. De allí, volvió transformado, y, tras ordenarse sacerdote, no tardó en volver a Hibernia para evangelizar a las gentes de la isla.  Comenzó por su antiguo señor, Milchu, a quien decidió pagar su propia libertad

La exitosa predicación de San Patricio transformó por completo la religiosidad de Hibernia llegando a cristianizar por completo las tradiciones célticas precedentes e introduciendo un amplio número de símbolos culturalmente representativos de la nación irlandesa en nuestros días. Por ejemplo, se le atribuye a San Patricio el empleo del trébol para explicar el concepto de la Santa Trinidad, o también se le atribuye la difusión de la cruz céltica para representar la supremacía de cristo sobre la deidad pagana atribuida al sol. En definitiva, la huella de San Patricio en los símbolos nacionales es intensa desde el principio, y aún hoy en día muchos de estos símbolos pueden observarse con facilidad en el paisaje cultural irlandés.

El éxito de la reforma protestante inglesa.

Sin embargo, existe un factor adicional que enfatiza no solamente la identificación de la sociedad irlandesa con su santo patrón, sino que pasa a relacionar íntimamente el catolicismo con la identidad cultural de Irlanda. Este factor es la exitosa reforma protestante inglesa, cuya influencia en el resto del archipiélago británico tuvo un fuerte impacto cultural sobre la población local, predominantemente católica.

A este respecto, cabe mencionar que la proximidad geográfica entre la isla de Irlanda y la de Gran Bretaña, así como el aislamiento por mar de estas islas respecto al continente europeo, ha forzado una relación de interdependencia entre ambos territorios. Las ventajas geopolíticas de Gran Bretaña y su mayor tamaño demográfico, la disposición de un mayor número de recursos o la mejor accesibilidad al continente europeo, han favorecido desde tiempos pretéritos que sea una potencia militar y política. Esto ha provocado que Irlanda sea un estado cliente de Inglaterra y su independencia fuera progresivamente menor con el paso del tiempo. Este aspecto es incluso visible en nuestros días, donde los lazos comerciales entre ambos territorios siguen siendo muy fuertes a pesar el Brexit.

Por otra parte, a pesar de las continuas injerencias de los normandos en territorio irlandés durante la Baja Edad Media, la coexistencia de la nación inglesa e irlandesa fue relativamente pacífica hasta el siglo XV. El punto de inflexión se produjo tras el abandono del catolicismo por parte de Enrique VIII y su abrazo al anglicanismo. Este hecho le convirtió automáticamente en enemigo de las demás potencias católicas europeas, especialmente de España, pero también de la católica Irlanda, ya que la isla fue una plataforma perfecta desde la que hostigar e incluso invadir Inglaterra. Esta circunstancia política indujo a una invasión de Irlanda por parte de Inglaterra y a iniciar un proceso de asimilación cultural desde la cultura católica gaélica, a la británica y protestante. Por lo que desde ese momento los distintos monarcas fueron intensificando la presión e imponiendo progresivamente la legislación inglesa. Incluso llegaron a introducir colonos en la isla a fin de alcanzar una asimilación cultural de la isla.

La invasión cromwelliana y la reafirmación cultural irlandesa.

Oliver Cromwell. Fuente: Wikimedia.

La presión de la cultura protestante inglesa sobre a católica irlandesa alcanzó su mayor intensidad tras la invasión irlandesa de Cromwell a mediados del siglo XVII, cuando inició una campaña bélica con el claro objetivo de lograr la unión definitiva de los distintos reinos británicos. De este modo, se propuso homogeneizar el territorio mediante la asimilación cultural de la nación irlandesa, con una política bastante despiadada que le diferenció notablemente de los Tudor. La consecuencia de esta invasión fue un importante declive de la población local irlandesa, la introducción de colonos ingleses en gran número con una cultura que contrapesase la predominancia gaélica y católica, y la introducción de una legislación asfixiante para la población católica con el claro propósito de alcanzar la extinción cultural. Entre sus medidas más agresivas cabe destacar la prohibición de que los católicos ostentasen cargos públicos (al igual que en Inglaterra), la deportación a las indias occidentales de un alto número de combatientes de confederados católicos irlandeses y la confiscación de sus tierras. Este es uno de los argumentos utilizados por el nacionalismo irlandés, visible en la laureada serie de Netflix Rebellion, que evidencia la fisura social de la sociedad irlandesa y que ha sido utilizado por el Sinn Fein y, posteriormente, el IRA para justificar sus acciones violentas contra Inglaterra.

Reacción nacionalista irlandesa.

Todas estas medidas de asimilación resultaron en un gran rechazo entre la población local, que a su vez engendró un fuerte sentimiento nacionalista en el que el elemento católico, y desde luego, la figura de San Patricio, formaron parte esencial de la cultura irlandesa y católica, en contraposición a la inglesa y protestante que había sido impuesta.

Esta reacción nacionalista no dejaría de incrementarse con posteriores episodios como la gran hambruna de Irlanda de mediados del siglo XIX. Este episodio produjo una mortandad espectacular debido a la falta de alimentación de la población campesina, cuyos huertos sufrieron una terrible peste que impedía el desarrollo de la patata, su principal alimento. A ello se añade que la población campesina tampoco tenía nivel adquisitivo para comprar los productos exportados por los terratenientes de la isla hacia Gran Bretaña. La consecuencia de ello fue una mortandad que según algunas estimaciones se acerca al millón de habitantes en una población de 6 millones y medio. Si bien es cierto que todo ello se produjo en el contexto de la política liberal por excelencia de no intervención estatal “laissez faire, laissez passer”, y obviamente no había intencionalidad del gobierno en esa hambruna, la pasividad del gobierno del Reino Unido no hizo sino encender más el sentimiento patriótico irlandés, que 70 años después lograría la independencia de la república de Irlanda.

En definitiva, la celebrada fiesta de San Patricio se explica por la profunda huella y la entrega personal que dejó el santo en los habitantes de Hibernia, pero no menos importancia tuvo la agresiva política de asimilación angloprotestante llevada a cabo desde Londres, que favoreció que todo lo católico, y con ello la devoción a San Patricio formase parte esencial en la identidad cultural de Irlanda.

Por último, también cabe mencionar la gran difusión que ha tenido la fiesta de San Patricio en Estados Unidos gracias a las abundantes migraciones de irlandeses a este país. La popularización de esta fiesta a nivel global se ha convertido en una clara ostentación de los símbolos de identidad nacional de los países frente a las influencias políticas y culturales externas. La marca de cerveza Guinness ha contribuido a ello: Saint Patrick pray for us. O como dirían los conversos de Hibernia: Sancte Patrice, Ora pro nobis.

Celebración del día de San Patricio en Montreal. Fuente: Sandra Cohen-Rose and Colin Rose (2007)

 

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-398X

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