Adolfo López Novas - Mié, 30/07/2025 - 10:15

Parménides en Atenas. Recreación realizada por IA.
Serie: 'Las ideas que nos vertebran' (XVIII)
La pregunta por el sentido de la vida ha atravesado la historia de la filosofía occidental desde sus albores. El ser humano, el único ser del reino de los vivos consciente de su finitud y de su propia muerte, es un ser que busca trascenderse. Por ello, los antropólogos indagan en las tribus originarias resortes de una actitud primitiva respecto de lo divino. En todas las culturas ha habido figuras semejantes a magos, chamanes o sacerdotes: individuos con un vínculo especial con lo divino o sagrado, con la naturaleza o con los espíritus; esto es, individuos con una vinculación con alguna forma de trascendencia.
El primer registro filosófico que tenemos sobre la búsqueda de sentido nos lo da Parménides: el ser, es, y el no-ser, no es. En palabras llanas, Parménides nos está queriendo decir que la nada no existe, y que lo que existe no puede dejar de existir. Que la muerte no es un tránsito hacia la inexistencia, porque lo que es, lo que existe, no puede dejar de existir. El ser es eterno y necesario, de él surgen las cosas; y de la nada, nada puede surgir.
¿Adónde van las cosas que mueren? ¿Qué es morir? Son preguntas que podríamos lanzarle hoy a Parménides; preguntas que filósofos posteriores como Platón o Aristóteles se hicieron gracias a su reflexión ontológica. La gran filosofía de Platón y Aristóteles, su metafísica, consiste en dar respuesta a la ontología parmenídea.
William Shakespeare y Calderón de la Barca
Pero no nos vamos a detener en los padres de la Filosofía -con mayúscula- para adentrarnos en la problemática en torno al sentido y la existencia; sino que vamos a recurrir a dos dramaturgos: William Shakespeare y Calderón de la Barca; y a dos monólogos en concreto: el de Hamlet en el drama homónimo, y el de Segismundo en La vida es sueño.
En su monólogo, Hamlet expresa:
«Ser o no ser, esa es la cuestión»
y más adelante dice:
«Morir es dormir… y tal vez soñar».
Ser o no ser es, como nos explicaría Albert Camus en El mito de Sísifo, la gran pregunta de la filosofía. ¿Qué sentido tiene vivir? ¿Merece la pena vivir? Esto es lo que se pregunta Hamlet en su monólogo, y por eso, la pregunta por la vida lleva directamente a la pregunta por la muerte. ¿Qué es morir? Responde Hamlet:
dormir, quizá soñar. Soñar un sueño vívido, tranquilo, una paz infinita...
Y retomamos esa idea con "la paz de los cementerios", que diría Kant. Quizás, entonces, "la vida es vigilia, un camino de penas y sin sabores, de dolor; y la muerte sea sueño y descanso, el placer del reposo. Una vida mejor soñada", enmarcando algunas de las principales ideas de Calderón.
Calderón de la Barca nos aporta otra visión en su monólogo de Segismundo:
«¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son».
La vida, nos dice, es sueño, es una ficción, una mentira. La vida, la cual para Calderón de la Barca es o bien un camino de espinas y duro trabajo, o bien una suerte de vida opulenta y despreocupada, dependiendo de tu papel en El gran teatro del mundo; la vida, pues, no es más que eso, una representación ficticia que termina cuando cae el telón, cuando el sueño acaba y despertamos. ¿Qué es la vida? Dormir, soñar. ¿Qué es la muerte entonces para Calderón de la Barca? Morir es despertar.
La vida, el sentido de la existencia, tiene matices y diferencias en las perspectivas de estos dos dramaturgos que nos ayudan a abrir la problemática y reflexionar sobre ello: ¿estamos de acuerdo, acaso, con alguna de estas propuestas? ¿Cuál sería el sentido de la vida en la visión de Shakespeare reflejada en Hamlet? ¿Y en la de Calderón de la Barca? ¿Vivimos un sueño o soñamos al morir una vida mejor? ¿Qué hay tras la muerte? ¿Nada? Y, si no hay nada, ¿Qué sentido tiene vivir? ¿Acaso no haya sentido y todo no sea más que un absurdo? ¿Puede esta conciencia del absurdo, como diría Camus, conducirnos a un liberación personal y tomar las riendas de nuestra propia vida?
Editor: Universidad Isabel I
ISSN: 3020-1411
Burgos, España