Beatriz Martín Recio Profesora del Máster en RRHH
Jue, 19/05/2022 - 11:00

Serie: 'Gestión de Personas y Talento en la Era Digital' (XXIV)

¿Qué diferencia a un equipo que logra sus resultados de otro que no lo hace?

¿Por qué una misma persona trabajando en dos equipos de trabajo diferentes tiene una motivación y resultados completamente diferentes?

¿Cómo lograr como profesionales de recursos humanos que nuestros equipos den lo mejor de sí mismos en el trabajo?

Desde un entrenador deportivo, a un líder político, pasando por un responsable de recursos humanos o un gestor de equipos… todos ellos persiguen las respuestas a esas preguntas. Ahondando algo más en ellas, nos damos cuenta que son preguntas demasiado amplias y su respuesta requiere atender a múltiples aspectos.

Sin embargo, todas ellas tienen un denominador común: EL EQUIPO.

No todos los grupos de trabajo consiguen realmente llegar al nivel de considerarse un verdadero equipo. Un claro ejemplo lo vemos en el fútbol: grandes equipos que cuentan con los mejores jugadores del momento terminan realizando temporadas pésimas, alcanzando resultados lejanos a la excelencia. Mientras, otros mucho más humildes terminan sorprendiendo a propios y extraños, eliminando o clasificándose por encima de clubes más grandes en cuanto a prestigio o presupuesto.

Así, podemos ver que es tan importante la calidad individual de cada uno de sus miembros como la cohesión de los mismos formando un verdadero equipo de trabajo.

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La clave, entonces, se centra en entender qué características tiene que cumplir un verdadero equipo de trabajo o un equipo altamente eficiente.

Expertos en la materia concluyen que estos se componen por un grupo de personas con habilidades complementarias enfocadas y motivadas en alcanzar un propósito y objetivos comunes, que adoptan un enfoque de trabajo conjunto y se comprometen los unos con los otros para alcanzar sus desafíos, los cuales además van alineados con sus metas personales.

Esto es una buena noticia para cualquier organización, pues llegar a ese punto es algo alcanzable, únicamente requiere trabajo y madurez. Ese camino a recorrer comenzaría con la identificación de la etapa en la que se encuentra el equipo de acuerdo a su desarrollo y establecer la meta deseable a conseguir.

Una buena referencia para ello sería “la curva de rendimiento del equipo” planteada por Katzenbach y Smith, la cual clasifica a los diferentes tipos de equipo de acuerdo a su desempeño:

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Una vez establecido el punto de partida y los objetivos, es momento de trabajar en los puntos intermedios que separan ambas situaciones. Se deben analizar las dinámicas o patrones relacionales que lleva a cabo el equipo, estudiando los diferentes comportamientos, la comunicación e interacción entre sus miembros.

En este caso, las Cinco Disfunciones de un Equipo de Patrick Lencioni, es una fantástica guía y herramienta de trabajo, pues permite analizar en qué está fallando el equipo y a partir de ello generar un plan de acciones que nos proyecte hacia el progreso. 

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Una vez recorrido este largo trayecto, simplemente quedaría el último punto, generar un liderazgo sostenible que potencie el equipo al alto desempeño. Para ello podemos usar la analogía del equipo con un árbol o planta, nuestro árbol debe tener unas solidas raíces que soporten su estructura y crecimiento, esto equivaldría a todo el trabajo previo: el establecimiento de metas, la generación de compromiso, foco, apertura, respeto y coraje, pero además necesitarán un buen jardinero que les riegue cada día, para asegurar que todo eso sigue presente y evolucionando día tras día, su líder, de esta manera nos aseguraremos de obtener los mejores frutos.

En resumen, es de vital importancia que cualquier mando directivo o de gestión conozca los factores que contribuyen a la fundación de equipos altamente eficientes. La cultura sana de equipo que se persigue debe comenzar aguas arriba: Desde el lenguaje, comportamiento, soporte y acciones de sus líderes, quienes deben fomentar y ser ejemplo de los valores de estos verdaderos equipos de trabajo.

La recompensa sin duda merece la pena, ya que como resultado contarán con un equipo comprometido y entregado al éxito que contribuirá diariamente con su mejor hacer a conseguir los objetivos que se propongan. 

Bibliografía:

Barreiro García J. & Martínez Seij M.P (2020) Las nueve DIFERENCIAS entre GRUPO y EQUIPO de trabajo psicología-online.com

Melanie A. (2018) La última guía para crear equipos de alto desempeño amayaco.com

Gonzálbez B. Las 5 disfunciones de un equipo y el resultado de trabajar con compromiso maracatalent.com

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1816

Burgos, España

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