Susana Sarmiento - Vie, 18/11/2022 - 15:11
José María Bermúdez de Castro Risueño impartiendo su discurso. Fuente: RAE
Serie: 'Un Viaje por la Ciencia' (XXXVI)
El 16 de diciembre de 2021, el Pleno de la Real Academia Española (RAE) eligió como académico de número al paleoantropólogo José María Bermúdez de Castro Risueño. Su candidatura fue presentada por los académicos Carmen Iglesias Cano, José Manuel Sánchez Ron y Pedro García Barreno. El pasado día 9 de octubre, el nuevo académico leyó su discurso de ingreso a la Real Academia Española y pasó a ocupar la silla «K», sucediendo así al arabista Federico Corriente, fallecido el 16 de junio de 2020.
Fue un momento histórico y emocionante; la evolución humana entró con fuerza en la RAE. Bermúdez de Castro pronunció un discurso lleno de mensajes críticos para una sociedad que necesita despertar de su letargo. Muy poco después de comenzar su disertación, el nuevo académico nos recordó que Carmen Conde fue la primera mujer en entrar en la RAE para ocupar la silla «K», 266 años después de la creación de esta institución.
Era un ejemplo más de la falta de sentido común de una sociedad, que ha prescindido de la mitad del talento que atesora la humanidad. Y lo más lamentable es que esto sigue sucediendo en más de la mitad de los países de nuestro planeta. Fue una reflexión muy oportuna, dada la situación actual de la mujer en muchos ámbitos de trabajo, aún en España.
Otro punto importante del discurso fue la reflexión sobre lo que entendemos por cultura. En general, nuestra sociedad ha acotado este término a las bellas artes. Sin embargo, la cultura es el elemento que define de manera dominante nuestro «nicho ecológico»; es decir, nuestro papel como especie en los ecosistemas que habitamos. La cultura se originó hace casi tres millones de años, cuando comenzamos a transformar la materia prima y a fabricar las primeras herramientas de piedra, desde entonces y hasta la actualidad hemos incrementado nuestro utillaje, reflexionado sobre cuestiones científicas, económicas, tecnológicas, etc.
Todo esto también forma parte de la cultura de la humanidad, junto a las tradiciones, las diversas lenguas, la gastronomía, la ciencia, la tecnología, etc. Bermúdez de Castro también nos recordó que somos primates y que compartimos la mayoría —si no todos— los aspectos conductuales con las especies filogenéticamente más próximas de este orden de mamíferos, como los bonobos (Pan paniscus) y los chimpancés (Pan troglodytes). Por ejemplo, los chimpancés practican la política en su vida cotidiana. Bermúdez de Castro nos recordó que los primates generan alianzas y coaliciones para oponerse a otros grupos en el poder. También mienten y manipulan, tal cual hacen nuestros políticos.
Acabó el discurso haciendo referencia a nuestro suicida afán devorador de recursos que atenta contra el planta y nuestra propia supervivencia: con la esperanza y el deseo, escribe, «...que muchas mentes competentes unan sus capacidades para crear un ente superior capaz de crear un modelo totalmente diferente al actual». «Y esto debería ocurrir antes de que la manecilla del reloj del Apocalipsis, creado en 1947 por la junta directora del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, alcance finalmente las doce de la noche». ¿Lo conseguiremos? En estos momentos estamos a 100 segundos de que suenen las doce campanadas de la media noche.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1808
Burgos, España
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