¿Qué metodología emplear en mi Trabajo Fin de Grado (TFG)? (II)

Serie: 'A vueltas con la Economía' (XXII)

Continuamos con el blog anterior en el que hablamos de la Observación Participante (OP) como método cualitativo para obtener datos. En esta ocasión nos centramos en la entrevista individual otra herramienta cualitativa con un enorme potencial para la obtención de datos, y que según algunos es la herramienta de recolección de datos más empleada en las investigaciones cualitativas (Sandelowski, 2002).

Para poder abordar esta herramienta, la de la entrevista individual semiestructurada, vamos a utilizar un artículo (Hermanowicz, 2002) que me ha llamado mucho la atención, por la comparación que efectúa entre la entrevista semiestructurada y una cita amorosa. Personalmente creo que la exposición que hace de las características que debe de tener una buena entrevista poniendo como metáfora la cita amorosa es sublime.

Antes de avanzar, comentar que según Babbie (2007) existen 3 grandes categorías de entrevistas: Las entrevistas estructuradas, las entrevistas semiestructuradas y las entrevistas no estructuradas -generalmente empleadas para complementar las observaciones de trabajo de campo (Ryan et al., 2009)-. En nuestro caso particular, nos centramos en la entrevista semiestructurada, pues consideramos al igual que otros (Ryan et al., 2009) que es con la que se consigue obtener datos más enriquecedores, debido a la flexibilidad de la misma.

Según el autor, la clave para conseguir una buena entrevista es lograr que el entrevistado confíe en nosotros y esto lo conseguiremos si llegamos a su corazón. Si conseguimos esto, lograremos efectuar una gran entrevista, siempre y cuando cumplamos una serie requisitos tales como: a) haber mimado y tratado con delicadeza la preparación de la misma, para ello, es necesario haber elaborado de forma adecuada las preguntas; b) haber preparado el entorno en el que se va a realizar la entrevista; c) que el entrevistador se haya preparado de manera impecable el tema de discusión y haya investigado a fondo sobre la persona a entrevistar, pues esto le hará sentir al entrevistado importante, etc. Todos estos aspectos y algún otro, son fundamentales para lograr el objetivo marcado.

Asimismo, es importantísimo, que el entrevistador ponga a disposición del entrevistado toda la información necesaria, para que éste se sienta seguro y pueda comprobar que el objeto de la entrevista, persigue un propósito serio de investigación.

En las entrevistas tal y como menciona el autor, son importantes muchos aspectos. Por ejemplo, la estructura de las preguntas. No podemos empezar una entrevista con preguntas complejas. Primero, deberemos “calentar” con preguntas más generales. Segundo, continuar con las más complejas, que sería el acto de “correr”, y finalmente terminar siempre de forma positiva, y agradeciendo la ayuda al entrevistado, que sería el acto de “estirar” como si de un entrenamiento deportivo se tratase. Asimismo, las preguntas se deben de haber formulado de manera clara, ni con una extensión excesiva ni con muchas preguntas dentro de la misma pregunta. El “clasificar por tópicos” suele ayudar.

Según el autor, hay otros muchos aspectos que debemos de tener en cuenta cuando vamos a realizar una entrevista. Así, por ejemplo, es importante no perder de vista la duración de la entrevista, siendo recomendable que la misma se encuentre entre los sesenta o noventa minutos. Asimismo, el entrevistador debe saber escuchar, esto es crítico, pues gracias a ello se podrá llegar al entendimiento de los aspectos que el entrevistado quiere o trata de explicar. Por otro lado, se debe conseguir una conversación fluida entre el entrevistador y el entrevistado, como entre iguales, pero sin perder el rumbo y sabiendo que el entrevistador tiene el control. Puede ocurrir que, en ocasiones, preguntas complejas, deban ser reformuladas o hacer sub-preguntas, de modo que consigamos obtener las respuestas esperadas, el arte de persistir es importante con esta técnica.

Aspectos importantes dentro del contexto de la entrevista y que destaca el autor, son la sinceridad del entrevistador y la muestra de respeto. La sinceridad conseguirá hacer que el entrevistado se sienta más seguro y en un ambiente mucho más cálido. En relación al respeto, comenta que siempre hay que mantenerse respetuoso a pesar de que en ocasiones puedas encontrar a personas que pierdan los papeles, ese no es tu cometido. Otra particularidad que garantiza una buena entrevista, es hacer una prueba piloto de la entrevista en un grupo de gente, pues esto te ayudará a saber si la misma está correctamente elaborada, si se te ha pasado algo, si lo que se entiende por las preguntas es lo que buscas.  Ensayar la entrevista, presuponiendo que estás haciéndola también hará que el entrevistado tenga más fluidez y confianza.

Por último y como consejos, el autor advierte de la dificultad de hacer entrevistas en la distancia, porque no se tiene el mismo control de la situación y porque pueden generar más malos entendidos que en el cara a cara. También deben de evitarse las entrevistas a conocidos, pues no conseguiremos el mismo nivel de profundidad que con las entrevistas a gente que seguramente no volvamos a ver.

Como conclusión, comentar que el artículo me ha parecido muy bueno. Personalmente pienso que la entrevista es uno de las herramientas cualitativas más completas, flexibles y con las que mayor información se puede obtener, pero por el contrario pienso que es muy difícil conseguir el grado de “expertice” en la práctica de la misma. Seguramente con tiempo y práctica se consiga.

Referencias

Babbie, E. (2007). The Practice of Social Research. New York: Macmillan.

Hermanowicz, J.C. (2002). The Great Interview: 25 Strategies for Studying Pélope in Bed. Qualitative Sociology, 25(4), 479-499.

Ryan, F., Coughlan, M., Cronin, P. (2009). Interviewing in qualitative research: The one-to-one interview. International Journal of Therapy and Rehabilitation, 16(6), 309-314.

Sandelowski, M. (2002). Reembodying qualitative inquiry. Qualitative Health Research, 12(1), 104-115.