María del Pilar López Castilla - Mié, 19/11/2025 - 11:55
La influencia de las redes sociales en el planeta.
Serie: 'Un Viaje por la Ciencia' (LXIII)
“Y sin embargo, se mueve.”
La frase, atribuida a Galileo Galilei, resume en pocas palabras la tensión eterna entre la evidencia científica y las creencias dominantes. En el siglo XVII, cuestionar la visión geocéntrica del cosmos era mucho más que un problema astronómico: suponía desafiar un sistema entero de autoridad política, religiosa y cultural. Hoy, cuatro siglos después, el conflicto entre conocimiento y creencia adopta nuevas formas: conspiraciones virales, negacionismo climático o pseudociencias que se multiplican en las redes sociales. La historia se repite, aunque el escenario haya cambiado; hoy los tribunales de la Inquisición han sido sustituidos por los feeds de las redes sociales, y la autoridad del púlpito por la del micrófono digital.
En la Edad Moderna, el heliocentrismo de Copérnico, defendido más tarde por Galileo, no fue rechazado solo por razones teológicas. El problema de fondo era epistemológico: ¿quién tiene derecho a definir la verdad? El historiador de la ciencia Thomas S. Kuhn explicó en La estructura de las revoluciones científicas (1962) que los avances científicos no son lineales, sino que se producen mediante “cambios de paradigma” que implican una ruptura profunda con el pensamiento anterior. Esa ruptura siempre genera resistencia, porque obliga a redefinir certezas y a desplazar a quienes detentaban el poder del saber. En el siglo XVII, ese temor se expresó en la censura y el dogma; hoy, en la desinformación y el ruido digital.

Los divulgadores científicos son nuevos Galileos. Fuente: Imagen generada por IA.
De forma similar, hoy vivimos una crisis de confianza en la ciencia. La rapidez con la que circula la información y la desinformación ha creado un ecosistema en el que la autoridad científica compite con el “me lo dijo un amigo en redes”. La UNESCO advierte en su informe The Science Report (2021) que los bulos científicos y la pseudociencia “erosionan la confianza pública y dificultan la adopción de políticas basadas en evidencias” (p.5). El caso de Galileo nos enseña que la resistencia al cambio científico no surge solo del desconocimiento, sino del miedo a perder un marco de sentido. En el siglo XVII, ese marco era teológico; hoy, puede ser ideológico, identitario o emocional. El negacionismo climático, por ejemplo, no se alimenta de falta de datos —los informes del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) son contundentes—, sino de la dificultad de aceptar las implicaciones sociales, económicas y políticas de esos datos. Cambiar la forma de pensar sigue siendo una amenaza.
A todo ello se suma que las redes sociales se han convertido en el nuevo púlpito de figuras con enorme influencia pública —políticos, celebridades o empresarios tecnológicos— que usan su visibilidad para sembrar duda sobre verdades científicamente demostradas. Ejemplos como el del presidente estadounidense Donald Trump ilustran cómo el poder de la palabra puede convertirse en una herramienta de desinformación masiva. La periodista e historiadora de la ciencia Naomi Oreskes, en Why Trust Science? (2021), recuerda que “el problema no es la ignorancia del público, sino el abuso de autoridad de quienes manipulan el discurso científico para su beneficio político o económico” (p. 21). En otras palabras: hoy el desafío de Galileo no proviene del desconocimiento, sino del uso irresponsable de la influencia.
Por eso, la divulgación científica tiene hoy una tarea semejante a la que asumieron los sabios modernos: traducir la complejidad en comprensión sin perder rigor. Si Galileo tuvo que escribir en italiano, no en latín, para llegar a un público más amplio, nosotros debemos aprender a comunicar ciencia en lenguaje claro, sin tecnicismos innecesarios, pero con respeto por la evidencia. Frente a la fake science y las creencias virales, divulgar bien la ciencia no es un lujo académico: es un acto de responsabilidad social.
Fuentes:
Kuhn, T. S. (1962). The structure of scientific revolutions. University of Chicago Press.
Oreskes, N. (2021). Why trust science? Princeton University Press.
UNESCO. (2021). UNESCO Science Report: The race against time for smarter development. United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1808
Burgos, España