José Luis Bustelo Profesor del Grado en ADE de la Universidad Isabel I
Mar, 24/11/2020 - 17:00

Hombre mirando hacia la ciudad en su despacho desde una cristalera.

Serie: 'A vueltas con la Economía' (XLVI) 

La irrupción de la teoría de la Inteligencias múltiples de Gardner en 1983, con la publicación de su obra Frames of Mind, puso fin al concepto unidimensional de la inteligencia. Esta teoría quebró la visión uniforme de la inteligencia humana. En su origen, la teoría de las inteligencias múltiples propuesta por Gardner, contemplaba siete inteligencias: inteligencia lingüística-verbal, inteligencia lógico-matemática, inteligencia musical, inteligencia interpersonal, inteligencia intrapersonal, inteligencia visual-espacial e inteligencia corporal-cinestésica. Aun así, el propio Gardner dejó la posibilidad de incluir nuevas inteligencias dentro de su idea original.

En nuestra cultura occidental, se potencia el dominio de las matemáticas y de las capacidades lingüísticas. Los aspectos emocionales y existenciales del alumno no son reconocidos y, por ello, no son tratados en las aulas. El desarrollo cognitivo de los niños se basa, principalmente, en que lleguen a razonar como matemáticos o científicos.

Uno de los best sellers que modificó la visión empresarial y de los recursos humanos de la empresa fue la publicación de La inteligencia emocional. Goleman, ponía de manifiesto que las habilidades académicas que obtenemos en la formación superior son poco relevantes en la vida futura laboral.

¿Es posible que la brecha, entre la universidad y la empresa, sea provocada por el fanatismo de seguir fomentando tan solo dos inteligencias del individuo?

Con el fin de contestar a esta pregunta, Torralba y otros autores añadieron al mapa de las inteligencias múltiples, la llamada inteligencia espiritual. Lo importante de esta inteligencia no es el nombre que le podamos dar, algunos autores la denominan existencial, transcendente, interpersonal, etc. Lo importante aquí, es para qué capacita al ser humano esta modalidad de inteligencia. Qué tipo de operaciones o potencias nos ofrece, y sobre todo, el motivo fundamental que entraña su cultivo.

Siguiendo la línea de investigación de Torralba, esta modalidad de inteligencia capacita al ser humano con cinco potencias básicas, todas ellas de un valor excelso en el mundo empresarial y vital del individuo

  1. La inteligencia espiritual nos faculta para interrogarnos por el fin, por el sentido, la razón de ser. Esta pregunta finalista o teleológica es de suma importancia pues, depende de cómo sea contestada, el individuo puede experimentar la plenitud de sentido –experiencia que denominamos felicidad- o todo lo contrario, lo que Frankl denominó el vacío existencial. En el ámbito profesional es de vital importancia preguntarse el motivo, la razón, la misión de nuestra actividad, ¿para qué hago este trabajo?, ¿dónde me lleva?
  2. La inteligencia espiritual nos ayuda a tomar distancia de la realidad, cuando uno toma distancia, podemos valorar cómo vivimos, cómo pensamos y sobre todo lo que hacemos. De esta forma, podemos cambiar nuestras conductas para mejorar. Nos faculta para tomar distancia de nuestras creencias. ¿por qué creo en esto?, según, Torralba, el tomar distancia sobre nuestras creencias es el antídoto contra el fundamentalismo, sectarismo. Los fanáticos no pueden tomar distancia de lo que creen, son incapaces de examinar sus creencias, que sin lugar a dudas  los llevan al fracaso, pues no ven otras posibilidades.
  3. La inteligencia espiritual nos ayuda a tener la habilidad de ir más allá de  nuestras posibilidades. La palabra trascender tiene su raíz en el término latino transcendere, ir más allá de la zona habitual, ayudar a conocer lo que se encuentra oculto. Heidegger ya decía que, la persona que tiene la capacidad de trascender se pregunta sobre aquello que no conoce, quiere cruzar un límite, se pregunta por lo desconocido. Los grandes líderes empresariales tienen esta capacidad muy desarrollada y es por ello que logran conseguir grandes cambios y mejorar constantemente. El desarrollo científico no es más que el deseo de trascender, de ir más allá. Las personas con esta capacidad, viven un presente, pero aspiran a realizar algo que todavía no es, pero saben que puede llegar a ser. Sin esta cualidad el ser humano no hubiera evolucionado en el tiempo.
  4. La inteligencia espiritual nos faculta para maravillarnos, asombrarnos. Grandes filósofos griegos como Aristóteles, Platón, Apolonio y Plotino, afirmaban que esta capacidad de sorprenderse y maravillarse era el punto de partida de la filosofía. En el momento que una persona se maravilla de la realidad, empieza a interrogarse por todo. Cada vez más, observamos en los jóvenes que, esta capacidad de maravillarse es menor y por ello, muchos de ellos, viven la vida sin preguntarse nada, mecánicamente. Torralba expone al respecto de esta potencia, que una cosa es existir y otra cosa es darse cuenta de que uno existe.
  5. La inteligencia espiritual nos capacita y ofrece la posibilidad de auscultar. Imprescindible en el ámbito laboral, esta capacidad también llamada vocación, misión (el llamado darma por los filósofos griegos), es la potencia que hace que el individuo identifique, el fin para lo que ha sido hecho, lo que quiere hacer en la vida. Existen personas que ya en la niñez conocen claramente su vocación, poetas, escritores, artistas, tienen una idea clara de lo que quieren o tienen que hacer en la vida. Mientras que otras personas, por el contrario, sienten una terrible angustia por descifrar esa vocación.

La importancia que tiene el desarrollo de la inteligencia espiritual en los niños y adolescentes es de máxima importancia y debe realizarse desde el inicio de las primeras etapas educativas de la vida, en las escuelas. Si los pequeños son expuestos a la inteligencia espiritual, cuando lleguen a la universidad, tendrán una visión del desarrollo espiritual suficiente como para poder expandir, en su etapa laboral, a la de las empresas.

El desarrollo de la responsabilidad social corporativa en las empresas tiene su origen en la expansión de la inteligencia espiritual, que considera al ser humano algo más que la suma de un cuerpo, una mente y unas emociones. La relación entre la inteligencia espiritual y el mundo de la empresa es innegable. Las cualidades que nos proporciona la inteligencia espiritual son imprescindibles para una actividad empresarial.

El problema del desarrollo de esta inteligencia subyace en dos motivos esenciales:

  1. Desconocimiento de las capacidades del desarrollo de la inteligencia espiritual, a pesar de, la aceptación que las organizaciones muestran hacia esta inteligencia.
  2. El concepto de espiritualidad se percibe como perteneciente al ámbito religioso.

Es por ello, que en un mundo globalizado y en constante cambio como el actual, en el que se impone un ritmo vertiginoso de adaptación, no parece que las organizaciones cuenten con los recursos necesarios para superar las crisis que se suceden y se deben buscar nuevos paradigmas con los que solucionar los problemas. El reconocimiento de la inteligencia espiritual y su desarrollo,  podría dar un giro importante en la forma que las personas abordamos los distintos desafíos vitales.

.Entrada publicada el 24/11/2020

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-398

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