Celia Giné de Lera Docente del Grado en Educación Primaria
Vie, 29/08/2025 - 08:30

Niños realizando cálculos en la pizarra.

Serie: 'Educación en la Era Digital' (CLI)

El Aprendizaje-Servicio (APS) es una metodología que surge de la combinación entre la intencionalidad pedagógica y la solidaria, fomentando así el trabajo de unos contenidos curriculares y el desarrollo de unas competencias a través de ofrecer un servicio a la comunidad. Llevar a cabo una propuesta educativa de este tipo en educación primaria permite despertar el sentimiento de empatía de los alumnos y el convencimiento de que pueden aportar su granito de arena para hacer de este un mundo mejor.

En esta entrada presentaremos una experiencia de APS en educación primaria, donde los contenidos que se querían desarrollar estaban relacionados con las matemáticas. La práctica se llevó a cabo en el primer ciclo de primaria, en la escuela Riera de Ribes (Sant Pere de Ribes). Una de las estrategias que se utiliza para implicar al alumnado en la vida y participación de la escuela es realizar cada año un servicio a la comunidad escolar. De este modo, el equipo directivo del centro propone a cada grupo clase un APS que se desarrollará a lo largo del primer trimestre.

En este caso, el proyecto-servicio que al grupo de 1º y 2º de primaria se les pidió consistía en habilitar un paso entre los árboles del bosque que hay en el patio de la escuela para evitar que se deteriore el resto de sotobosque. Para facilitar el paso, la idea era marcar el camino con una cuerda atada a los mismos pinos que concurren en éste.

Bosque en el patio

Bosque en el patio del colegio.

Una vez se expuso el proyecto al grupo, a través de la conversación surgieron ideas para saber la longitud de la cuerda que había que comprar. Inicialmente, la primera idea que el grupo propuso fue medir la distancia del camino con sus pasos, por lo tanto, la unidad de medida que decidieron fue el paso. La maestra recogió la idea y propuso ir al bosque a medir con los pasos de toda la clase para ver cuánto medía el camino. El grupo recogió los datos de los pasos de cada alumno y se dio cuenta de que cada niño y niña tenía la medida del paso diferente y que les daba resultados diferentes, por lo tanto, era complicado acordar una medida exacta.

Notas de campo sobre el ejercicio

Notas de campo sobre el ejercicio.

De vuelta al aula, surgió una nueva conversación. En ésta se propusieron nuevas ideas para medir el camino.

  • Idea 1: Medir el camino con varias cintas de 1 metro: Utilizaron 15 cintas de 1 metro, así que su resultado fue 15 metros.medir en el bosque
  • Idea 2: Poner varias cuerdas de saltar seguidas y después medirlas.
  • Idea 3: Atar una cuerda elástica a través de los troncos y después medirla.
  • Idea 4: Atar un hilo a través de los troncos y después medirlo.
  • Idea 5: Medir el camino con varios flexómetros. Utilizaron dos flexómetros, uno entero que medía 1000 cm y otro hasta los 720 cm. Así que obtuvieron un total de 1720 cm.
  • A partir de estas ideas, cada grupo de alumnos se encargó de medir con una de las propuestas y de recoger sus datos.

    Puesto que solamente en dos casos se utilizaron unidades e instrumentos de medida oficiales, hubo tres grupos que necesitaron buscar la equivalencia de sus resultados en metros, la unidad oficial de medida de longitud acordada. De vuelta al aula, se plasmaron las medidas obtenidas en medio del pasillo para poder compararlas. Los tres grupos que utilizaron las cuerdas de saltar, la cuerda elástica y el hilo, también midieron sus resultados con ayuda de un metro obteniendo los resultados de 16 m y 40 cm; 17 m y 78 cm; y 20 m y 70 cm respectivamente.

Mediciones

Mediciones.

Después de obtener estos datos, se dieron cuenta que todos eran distintos. Entonces, ¿qué longitud se tenía que pactar como la “buena” para informar al equipo directivo de cuánta cuerda comprar? Antes de acordarlo, decidieron ordenarlos de menor a mayor y trataron de entender por qué eran tan dispares los resultados entre sí. Algunos alumnos se fijaron en que unos grupos midieron el camino desde el suelo, que es más recto; en cambio, los de la cuerda elástica y los del hilo lo hicieron teniendo en cuenta que la cuerda pasaba alrededor de los árboles. En esta conversación otro alumno también se fijó en que la cuerda elástica daba una longitud menor porque era elástica, pero seguramente si no lo fuera sería mayor. Así que, después de una larga reflexión, se acordó elegir la medida del hilo a través de los árboles, de longitud 20 m y 70 cm, que no es elástico. Finalmente, el grupo clase indicó al equipo directivo, aproximando la longitud acordada, que se necesitaba comprar 21 metros de cuerda para la creación del paso entre los árboles del patio.

Esta experiencia resultó muy enriquecedora porque los alumnos participaron de forma activa en las decisiones del centro, trabajaron y consensuaron en pequeño y en gran grupo, y profundizaron en el aprendizaje de la medida de la longitud.

Referencias bibliográficas

Batlle, R. (2011). El aprendizaje-servicio en la educación obligatoria: una propuesta metodológica para educar con sentido. Cuadernos de Pedagogía, (410), 50–53.

Alsina, Á. (2019). Matemáticas con sentido: hacia un aprendizaje competencial y conectado con la vida real. UNO. Revista de Didáctica de las Matemáticas, (81), 7–15.

Puig, J., Martí, J., Batlle, R., Palos, J., & Riera, J. (2006). Aprendizaje-servicio: educación y compromiso cívico. Barcelona: Editorial Graó.

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-5222