Francisco José Hurtado Mayén Alumno del Grado en ADE
Mié, 16/12/2020 - 09:30

Imagen de Sodeca, empresa de ventilación,  en un restaurante

Serie: 'A vueltas con la Economía' (XLVIII)

La hostelería se ha resentido económicamente en los últimos meses, en concreto los restaurantes y bares, principalmente como efecto de las medidas gubernamentales para prevenir los contagios. Estas medidas se han basado en el alto grado de socialización de las medidas de distanciamiento que se produce en los entornos relajados como son las reuniones, sobre todo en bares y restaurantes.

Echemos una mirada a los números del impacto que el turismo, en global, tiene en este aspecto de nuestra economía: Según datos de diciembre de 2019, el 13% de la aportación al PIB provenía de la industria del turismo, con un increíble crecimiento desde 2015 a 2019 del 25,3%. En 2018 se recibieron 82,6 millones de viajeros. La cuenta satélite del turismo elaborada anualmente por el INE situaba el impacto en los 148.000 millones de euros en el mismo año.

Del total de este gasto, aproximadamente el 18% correspondía a los bares y restaurantes, en actividades directamente relacionadas con la actividad turística. A este importante impacto en el PIB hay que sumar el consumo interno que se produce por los mismos clientes nacionales, que es muy significativo. Ya no se trata únicamente del impacto económico directo: El 13% del empleo directo generado obedece igualmente al turismo. Tengamos en cuenta que los datos avanzados actualizados por el INE el día 1 de diciembre de 2020 indican un descenso del PIB del 8,7%.

Una gran parte de ese descenso en la actividad económica obedece a las actividades que han tenido que ser suspendidas por las medidas de distanciamiento social, limitación de actividades de difícil control de este distanciamiento (bares y restaurantes), etc. 

Contagio por aerosoles en interiores

Como ya sabemos, la COVID19 se contagia con mayor facilidad cuando las personas están físicamente cerca el (menos de dos metros) una persona con COVID19 puede contagiar a otras. Existen evidencias de que bajo ciertas condiciones personas con COVID19 parecen haber infectado a otras que estaban a más de 2 metros de distancia. Esto se llama transmisión aérea. Estas transmisiones ocurren en locales cerrados que tienen ventilación inadecuada. Es en este punto cuando toma importancia la ventilación, purificación y desinfección del aire.

Bajo ciertas condiciones, las personas con COVID-19 parecen haber infectado a otras personas que estaban a más de 2 metros (6 pies) de distancia. Esta forma de transmisión aérea se puede producir especialmente en áreas interiores con ventilación inadecuada. En general, estar al aire libre y en espacios con ventilación reduce significativamente el riesgo de exposición al contagio por COVID-19. 

Debemos priorizar siempre la ventilación natural si podemos asegurarla. Sin embargo, existe la imposibilidad de asegurarla, ya que dependemos de factores externos como gradientes de temperatura, diferenciales de presiones, condiciones ambientales, contaminantes externos, etc. En este caso lo adecuado sería utilizar la ventilación mecánica, que adecuadamente empleada permite asegurar unos caudales correctos.

El confort y las medidas de prevención

En la época en que nos encontramos, el confort término es fundamental.

Una forma de evitar esa falta de confort es la instalación de sistemas de recuperación de calor, de manera que se produce una adecuada ventilación, pero la pérdida térmica se reduce y por lo tanto se favorece el confort.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España hace mención en su documento de “Recomendaciones de operación y mantenimiento de los sistemas de climatización y ventilación de edificios y locales para la prevención de la propagación del SARS-CoV-2” a estas medidas: verificación de sistemas de ventilación, comprobación de caudales, aumento de ventilación mecánica, limitar la recirculación en la medida de lo posible, implantación de recuperadores de calor, empleo de la extracción en los aseos en continuo (24 horas al día y 7 días a la semana), y aumento de la ventilación natural.

En locales donde no podamos instalar este tipo de equipos o donde la ventilación no sea adecuada, no exista otro método posible, o como medida adicional; se puede recurrir, como indica la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, a la instalación de unidades purificadoras portátiles de aire con filtros de alta eficiencia, que permitan la recogida de las partículas, contaminantes y sobre todo aerosoles en suspensión que puedan contener el virus. Estos purificadores de aire deben asegurar al menos un 99,97% de purificación de aire de las partículas en suspensión. Los purificadores de aire deben a su vez tener un adecuado mantenimiento al igual que cualquier otro equipo del sistema de ventilación. Los filtros deben tener un adecuado mantenimiento, seguir las instrucciones del fabricante para su limpieza y/o sustitución y sobre todo estar en funcionamiento desde antes de la apertura del local hasta después que el local ha cesado su actividad. De este modo nos aseguramos de eliminar los posibles aerosoles que pueda haber en el local en la puesta a punto por parte del personal, y después del cierre, eliminamos los posibles aerosoles que queden en suspensión.

La confianza de los clientes

No debemos olvidar que la tranquilidad de los clientes también será mayor: ante la disyuntiva de tener que elegir entre un local que sabemos de forma independiente que cumple los protocolos y otro local que no estamos seguros; un cliente bien informado elegirá siempre el local que mayor tranquilidad le aporte.

Por ello, no está de más informarlos de los protocolos que se siguen mediante rótulos informativos, a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Google Maps, Tripadvisor, etc.) o incluir esta información en la carta electrónica o de un solo uso.

Al fin y al cabo, se trata de conseguir que el cliente se sienta seguro en un entorno en el que el riesgo de contagio se ha limitado al máximo. 

Cuando consigamos una seguridad máxima, dentro de la situación en que nos encontramos, y ser capaces de transmitir esa sensación de seguridad al cliente, conseguiremos además de doblegar la curva de contagios, una actividad en la hostelería que hasta la erradicación completa de la enfermedad nos permita mantener unos niveles de empleo y actividad económica adecuados.

Leer el artículo completo en LinkedIn: Volver a bares y restaurantes con seguridad

.Entrada publicada el 16/12/2020

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-398

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