Tipos de Sociedades Mercantiles

Tipos de sociedades mercantiles.

Actualmente, en España existen distintos tipos de sociedades mercantiles, las cuales se adaptan a diversas personalidades jurídicas. ¿Cuál es el primer paso para constituir una empresa? ¿Cómo saber qué tipo de sociedad es la más recomendable dependiendo de la compañía? Si quieres conocer todos los tipos de sociedades mercantiles que se contemplan en España en la actualidad, no te pierdas el siguiente artículo porque te enseñaremos en qué consiste esta personalidad jurídica.

¿Qué es una sociedad mercantil?

En primer lugar, vamos a definir qué es una sociedad mercantil. Las empresas son personalidades jurídicas que se crean en torno a sociedades mercantiles que se encargan de dotarlas de una serie de cualidades para que puedan comenzar legalmente su actividad.

¿Cuáles son los distintos tipos de Sociedades mercantiles que existen en España?

Las Sociedades mercantiles que podemos encontrar en la actualidad en España se dividen en los siguientes cinco grupos: Sociedades de responsabilidad Limitada, Sociedades Anónimas, Sociedades Colectivas, Sociedades Comanditarias y Sociedades Especiales, como las Sociedades Limitadas Laborales y las Cooperativas. A continuación pasamos a profundizar sobre cada una de ellas:

Sociedad de responsabilidad Limitada

Las Sociedades Limitadas o S.L. son las más habituales en España. ¿Cuál es su ventaja principal? Fundamentalmente, que los dueños de la empresa sólo tienen que responder por el capital aportado, sin la necesidad de tener que hacerlo por la deuda que se haya generado. Cabe señalar también que el capital mínimo que se ha establecido es de 3.000 euros, una cifra inferior respecto al de una Sociedad Anónima.

Los pasos para constituir una Sociedad Limitada son mucho más sencillos que los que hay que seguir en el caso de una Sociedad Anónima.

Respecto al número de socios requerido, el mínimo es de sólo uno. ¿Qué ocurre si hay más? Que el capital se dividirá en participaciones.

Una de las desventajas de las Sociedades de responsabilidad Limitada es que, si el objetivo de la empresa es atraer inversores, las participaciones no son fáciles de transmitir por lo que no se recomendaría este tipo de sociedad.   

Sociedad Anónima

Una Sociedad Anónima o S.A. se constituye mediante acciones, las cuales pueden transmitirse libremente, siendo una ventaja frente a las Sociedades Limitadas.

Para constituir una Sociedad Anónima el capital mínimo es de 60.000 euros, siendo obligatorio aportar, por lo menos, un 25 por ciento en el momento en el que queda formalizada la escritura pública. El número mínimo de socios es de 1.

Una de las características principales de las Sociedades Anónimas es que sus acciones se pueden transmitir de una manera sencilla facilitando, por tanto, su cotización en bolsa. Entre las desventajas de este tipo de sociedad destacamos lo elevado que es el capital mínimo y la dificultad para controlar la participación de terceros debido a la libertad en su traspaso.

Sociedad Colectiva

Una Sociedad Colectiva se identifica porque, a la hora de constituirlas, los dueños de la empresa aportan su capital y su propio trabajo. De esta manera, actuarán como gestores con responsabilidades ilimitadas. ¿Qué ocurre si acumulan deudas? Que deberán responder con su patrimonio personal.

A diferencia de las sociedades mercantiles que hemos visto anteriormente, no hay un capital mínimo para constituir una Sociedad Colectiva. Sin embargo, es obligatorio que figure el nombre de, al menos, uno de los socios seguido de las palabras “y Cía”. Como mínimo, el número de socios debe ser de 2.

Al ser responsables ilimitados, los dueños no podrán delegar su gestión a terceros, condición que puede llegar a ser un inconveniente importante. Por este motivo, en la actualidad este modelo de sociedad mercantil está en desuso.

Sociedad Comanditaria

La principal diferencia entre una Sociedad Comanditaria y una Sociedad Colectiva es que, en la primera, hay socios tanto colectivos como comanditarios. Estos últimos no se responsabilizarán de la gestión de la empresa y tampoco contarán con responsabilidades limitadas respecto al capital aportado.

Cabe destacar que los socios comanditarios no podrán disfrutar ni del derecho a voto ni del de participación en actos relacionados con la administración de la sociedad. 

Sociedades mercantiles especiales

Por último, vamos a presentar a las Sociedades mercantiles especiales, constituidas para situaciones específicas dentro de un marco jurídico especial.

Algunos ejemplos son las Sociedades Limitadas Laborales y las Cooperativas, puesto que pertenecen a los propios trabajadores y cuentan con un régimen constitutivo especial, las Agrupaciones de Intereses Económicos, que son asociaciones de empresarios cuyo objetivo es el rendimiento común, o las Sociedades de Inversión Mobiliaria. Estas últimas se constituyen para la administración de activos financieros.

En conclusión, cada tipo de sociedad mercantil cuenta con sus propias características. Sin embargo, todas ellas tienen un objetivo común, que es el de permitir a las empresas desarrollar su actividad dentro de un marco regulado.

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