Sergio José Rodríguez González - Lun, 21/07/2025 - 11:40
Casa Madrigal en Colombia, inspiración de la película de Disney Encanto, que evoca la obra Cien Años de Soledad. Fuente: Disney Encanto, YouTube.
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Casa Madrigal de la película Encanto
En 2021, Walt Disney Studios estrenó una película animada ambientada en Colombia, cuya narrativa y espectáculo visual, lleno de color y música, nos invita a explorar la riqueza cultural de este país. Este ambiente se construye principalmente a través del pueblo en el que se desarrolla la historia: un entorno montañoso, vibrante con flores y ritmos, donde lo mágico se fusiona de manera natural con la vida cotidiana. La película evoca de inmediato Cien años de soledad, la obra maestra de Gabriel García Márquez debido a los poderosos símbolos que comparten ambas historias, sus complejas estructuras familiares y una sensibilidad profundamente latinoamericana que se refleja en la forma de narrar el mundo a través del realismo mágico.
Cien años de soledad
1. El espacio como protagonista
Tanto Encanto como Cien años de soledad se desarrollan en escenarios ficticios profundamente conectados con la naturaleza, donde la selva, las montañas y el clima se integran de manera esencial a las historias. En Macondo, la lluvia puede durar años, el calor es sofocante y la vegetación lo cubre todo. En Encanto, la exuberancia de la flora, los poderes naturales de Isabela y la interacción constante con el entorno convierten al paisaje en un personaje más, en diálogo directo con la vida de los protagonistas. Ambos lugares, Macondo y la aldea de los Madrigal, se presentan como enclaves apartados del mundo, donde el tiempo parece fluir de manera distinta. Este aislamiento, tanto geográfico como simbólico, permite que la tradición, la memoria y la magia se conserven, transmitiéndose de generación en generación.
2. El realismo mágico como eje narrativo
El realismo mágico, caracterizado por la integración de lo cotidiano con lo fantástico, se despliega con naturalidad tanto en Encanto como en Cien años de soledad. En ambas historias, los personajes interactúan con fuerzas invisibles como fantasmas, visiones y poderes. En Cien años de soledad, Melquíades escribe los pergaminos proféticos y regresa como un guía fantasmagórico, mientras que, en Encanto, la vela mágica, la Casita Madrigal y las visiones de Bruno cumplen roles similares, actuando como guías simbólicos y místicos que impulsan la trama. De esta manera, en la obra de García Márquez, personajes como Remedios la Bella, que asciende al cielo físicamente, o Melquíades, que regresa de la muerte, son aceptados sin cuestionamiento. De forma paralela, en Encanto, cada miembro de la familia Madrigal posee habilidades mágicas únicas que se integran de manera fluida en la vida cotidiana, como la capacidad de curar, controlar el clima o comunicarse con los animales.
2.1. Mariposas amarillas
Las mariposas amarillas, un símbolo emblemático asociado con Mauricio Babilonia en Cien años de soledad, se han convertido en una de las imágenes más representativas del realismo mágico. Curiosamente, Encanto también recurre a las mariposas amarillas, especialmente en momentos clave de la trama, lo que puede interpretarse como un homenaje visual a García Márquez y a la tradición del realismo mágico latinoamericano.
2.2. El milagro
En Encanto, lo que comienza como un hecho político —el desplazamiento forzado y la pérdida— se transforma en un milagro mágico: del dolor de la abuela Alma Madrigal surge una vela que otorga poderes sobrenaturales para proteger a su familia. Este acto de magia no oculta la tragedia, sino que la resignifica emocional y simbólicamente, ya que la vela representa la memoria, el trauma y el legado familiar. La familia Madrigal vive bajo la presión de mantener ese milagro, lo que refleja tanto la esperanza como el peso de su historia.
3. El legado familiar
En Cien años de soledad, la familia Buendía está marcada por la repetición de nombres como José Arcadio o Aureliano, y por patrones de comportamiento que se perpetúan a lo largo de las generaciones, como el aislamiento o la búsqueda del conocimiento prohibido. En Encanto, aunque los nombres no se repiten, los conflictos y expectativas familiares se heredan, como el peso de las responsabilidades que afecta a cada nueva generación. Por otro lado, ambas historias giran en torno a figuras matriarcales fuertes que lideran y sostienen a sus familias. En la novela de García Márquez, Úrsula Iguarán es el eje moral y emocional de los Buendía, mientras que, en Encanto, la abuela Alma Madrigal cumple una función similar como guardiana de la magia y del legado familiar.
Carátula de 'Cien años de soledad', de Gabriel García Márquez. Fuente: Amazon.
3.1. El fatum
El final de Cien años de soledad sugiere el fin inevitable de la familia Buendía con el nacimiento del niño con cola de cerdo, como consecuencia del incesto profetizado. Este desenlace trágico, marcado por un sentido de fatum, simboliza la imposibilidad de escapar de un destino fatal y predeterminado. La fatalidad de la familia Buendía parece estar inscrita en su propia historia, un ciclo del que no pueden liberarse. En Encanto, por el contrario, el ciclo se rompe de manera positiva: Mirabel, la única sin poderes, se convierte en el puente que reconcilia y renueva los lazos familiares, simbolizando una transformación y renacimiento del legado. Aquí, la familia no está atrapada por un destino inevitable, sino que tiene la capacidad de cambiar su futuro, destacando el poder de la voluntad y la esperanza sobre el destino fatal.
Referencias
Guillén, E. (2021). Encanto y el realismo mágico. ErickGuillen.me.
Heraldo USA. (2021). ‘Encanto’ de Disney: ¿Qué tan parecida es la película a la novela ‘Cien años de soledad’?.
Newtral. (2022). ¿Qué es el realismo mágico y por qué se asocia con la película ‘Encanto’?.
Fandom. (s.f.). ¿Encanto copia a Cien años de soledad? Encanto Wiki.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1859
Burgos, España