Reinaldo Batista Cordova - Vie, 12/12/2025 - 11:00

Proclamación de los ciudadanos de diferentes nacionalidades en su independencia.
Serie: 'Haciendo Historia' (CXLIV)
En el amanecer de las independencias, construir Estados y comunidades nacionales, desarrollar economías capaces de satisfacer las necesidades de los pueblos, crear relaciones interafricanas y mundiales susceptibles de contribuir a la realización de las opciones políticas globales, transformando, sin embargo, los valores que rigen las transacciones internacionales. Frente a este proyecto, se imponían importantes obstáculos: la integración nacional chocaba con ciertos intereses étnicos o pseudoétnicos, y la integración africana estaba bloqueada por ambiciones 'micronacionales'.
Ki-Zerbo, Mazrui, Wondji, Wondji
Los procesos de independencia de los territorios africanos representan un momento clave en la historia reciente del continente, así como en sus relaciones con las antiguas metrópolis. Contemplar este fenómeno como un proceso histórico homogéneo supone un riesgo, dado que las vicisitudes propias de cada región imprimen matices esenciales que deben ser desvelados. No obstante, se propone aquí el ejercicio de establecer una visión amplia como primer paso en el análisis del proceso.
La intención principal de este breve texto es ofrecer un acercamiento a la historia de las independencias, dando voz a los historiadores africanos con el propósito de identificar algunas variables convergentes en la lucha por la autodeterminación y las contradicciones surgidas de dicho proyecto.
Vicisitudes e interpretaciones sobre las independencias
«A State in the grip of neo-colonialism is not master of its own destiny».Con esta frase, el intelectual Kwame Nkrumah, natural de Ghana, evidenciaba que la independencia conquistada por los territorios africanos no había asegurado su verdadera soberanía. La permanencia de empresas y holdings extranjeras, cuya pretensión era continuar explotando las riquezas materiales y humanas de la región, demostraba la plausibilidad de su sentencia.
A menudo se afirma que la independencia, a finales del siglo XX, fue fruto de una nueva mentalidad humanista. Sin embargo, los argumentos de Nkrumah apuntan en otra dirección: fue, en realidad, el resultado de la reacción de los pueblos frente a los abusos continuos de las metrópolis, que durante siglos extrajeron beneficios económicos sin ofrecer contrapartidas sólidas ni generalizadas. En ese sentido, la transición del poder a manos nativas se configuró como una respuesta ante el levantamiento del colectivo explotado.
Primera ola independentista
Escuchar la voz de los africanos en este proceso se presenta como una necesidad indispensable para comprender no solo sus propuestas, sino también las variaciones dentro del propio movimiento de lucha por la independencia, la autonomía y el desarrollo del continente. Al acercarse a las vicisitudes concretas y a las formulaciones teóricas de la primera ola independentista, alrededor de la década de 1960, se observa la filiación de muchos argumentos con la teoría de los dominadores, en particular con el liberalismo.
Es decir, en la defensa de las libertades, los colonizados pretendían evidenciar sus derechos utilizando el mismo lenguaje de quienes los subyugaban. No obstante, durante el proceso de independencia, la distancia entre la teoría y la realidad fue enorme, empezando por quién tenía derecho a las libertades proclamadas en la apología liberal (Ki-Zerbo, Mazrui, Wondji y Boahen, 2010, p. 570).

Mapa de los países del continente africano.
Posguerra y Guerra Fría
Durante la posguerra y la Guerra Fría, el debate sobre la dominación externa del continente africano se consolidó como una cuestión clave y como causa de las desigualdades e injusticias regionales. A ello se sumaban las divisiones internas: étnicas y territoriales, que también generaban conflictos. La desigualdad social y económica debía ocupar un lugar central, pues constituía una variable esencial en el contexto del enfrentamiento ideológico entre la democracia liberal-capitalista y el socialismo real.
Desde una perspectiva geopolítica, la brecha entre Estados ricos y pobres, mantenida por la falta de voluntad de las potencias para atender las demandas de los pueblos explotados, no hacía más que agravar la herida colonial. En ese contexto, no resultó extraño que muchos proyectos independentistas se alinearan con los postulados marxistas, inspirándose también en la experiencia de la Revolución bolchevique.
Largo proceso de independencia
El largo proceso de independencia estuvo marcado por numerosas oscilaciones. La violencia, por ejemplo, fue frecuentemente legitimada ante la negativa de los colonizadores a transferir el poder. Muchos líderes independentistas justificaron la violencia como una depuración necesaria frente a la opresión. Estas acciones hallaban respaldo tanto en antiguas resistencias como el movimiento maji-maji o las “guerras ancestrales”, según Mandela, como en el marxismo-leninismo, que proporcionaba legitimidad ideológica a la lucha armada contra los colonizadores.
Referencias bibliográficas
Diop, C. A. (2016). Civilización y barbarie: Una antropología sin condescendencia. Edicions Bellaterra.
Ki-Zerbo, J., Mazrui, A. A., Wondji, C., & Boahen, A. A. (2010). Construção da nação e evolução dos valores políticos. En A. A. Mazrui (Ed.), História Geral da África – VIII: África desde 1935. UNESCO.
Mbaye, S. (2012). África al socorro de África. Catarata
Nkrumah, K. (1965). Neo-Colonialism: The Last Stage of Imperialism. Thomas Nelson & Sons.
Sarr, F. (2016). Afrotopía. Catarata.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-398X