Laura María Aliaga Aguza - Lun, 27/05/2024 - 13:08
Aprender refranes, frases hechas, citas en español.
Serie: 'Del Dicho al Hecho Histórico' (XI)
Muchas veces hemos oído hablar de refranes, frases hechas, citas, adagios, locuciones y un sinfín de nomenclaturas que están todas vinculadas. Cada una de ellas son enunciados que o bien no significan la suma de sus constituyentes (buscarle tres pies al gato) o bien conllevan alguna enseñanza (no hay que contar con el huevo antes de poner la gallina).
Si nos acercamos al plano lingüístico, esto se complica aún más. Muchas de ellas poseen características similares, lo que hace que los límites para clasificarlas, en algunas ocasiones, sean difusos. Además, estas estructuras se pueden estudiar desde dos disciplinas diferentes, esto es, desde la paremiología y la fraseología, pero … ¿qué es la fraseología? ¿Y la paremiología? ¿No estudian ambas lo mismo? ¿Existen diferencias entre unas y otras? ¡Claro!
El universo de las frases hechas.
La paremiología es una ciencia que se encarga de estudiar paremias. Una paremia es un “enunciado breve, sentencioso, consabido, de forma fija y con características lingüísticas propias” (Sevilla Muñoz, 1993, p. 15). Como, por ejemplo, cuando el gato se lava la cara, lluvia cercana.
Por su parte, el campo de la fraseología se encarga de analizar una serie de unidades complejas, que no son ni lexemas, ni sintagmas libres, sino sintagmas fijos con comportamiento de lexemas (Ruiz Gurillo, 1998). Como, por ejemplo, ser uña y carne.
Ambas disciplinas se encargan del estudio de estructuras similares. De hecho, si desde estas áreas atendemos a las clasificaciones de las unidades que las componen, podemos comprobar que algunas de ellas se solapan. Por ejemplo, Sevilla Muñoz (1988, 1993) distingue nueve tipos de paremias. Una de ellas es la paremia propiamente dicha, que incluye, entre otros, el refrán y la frase proverbial. Asimismo, otro tipo que diferencia son las denominadas “unidades no pertenecientes al universo paremiológico que, a veces, pueden participar de algún rasgo paremiológico”, que recoge unidades como frases hechas, locuciones o modismos, entre otros. Por su parte, Corpas Pastor (1996), desde el ámbito de la fraseología y con una perspectiva ancha de esta, distingue tres esferas, a saber, Esfera I (colocaciones), Esfera II (locuciones) y Esfera III (enunciados fraseológicos como refranes). En este sentido, tanto la Esfera II, como la III, también serían objeto de estudio de la paremiología.
Este solapamiento viene motivado desde que se acuñó el término de fraseología como nueva disciplina lingüística por Bally en 1909. Esta disciplina, en palabras de Ruiz Gurillo (1997, p. 37), “se encarga de todo lo relativo a las combinaciones fijas de palabras”. Por su parte, la paremiología se puede definir como “ciencia que se ocupa del estudio del caudal de sabiduría popular contenido en los adagios, aforismos, apotemas, máximas, proverbios, sentencias” (DTL, 2004, p. 611). De este modo, nos encontramos ante dos disciplinas independientes, pero interrelacionadas por lo que respecta a su objeto de estudio. Asimismo, las estructuras propias de estas áreas lingüísticas pueden cambiar con el paso del tiempo, por ejemplo, una cita se puede convertir en frase proverbial o enunciado de valor específico una vez que su autor pase al olvido.
A buenas horas mangas verdes
Un ejemplo de enunciado de valor específico sería A buenas horas mangas verdes. Esta expresión “se emplea cuando la solución ya ha venido por otra vía, o no llega oportunamente, o ya no tiene interés. Se censura la demora en atender las necesidades o en solucionar los problemas” (Centro Virtual Cervantes). Su origen se remonta a la época de los Reyes Católicos, momento en el que se creó la Santa Hermandad tras la Guerra Civil por la sucesión al trono de Isabel la Católica o Juana la Beltraneja. La Santa Hermandad, unidad policial antecedente de la Guardia Civil, vestía con un coleto, especie de chaleco con las mangas verdes. Esta unidad se caracterizaba por llegar siempre tarde, esto es, una vez que llegaban al lugar del delito, los ladrones ya habían desaparecido. De ahí, que hoy en día, cuando alguien llega una vez que el problema está resuelto se utilice esta expresión.
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A Dios rogando y con el mazo dando.
El hombre propone y Dios dispone.
Quien mucho abarca, poco aprieta.
Quien a hierro mata, a hierro muere.
A enemigo que huye, puente de plata.
Del dicho al hecho hay un gran trecho.
Bibilografía
Corpas Pastor, G. (1996). Manual de fraseología española. Gredos.
Platas Tasende, A. M. (2004). Diccionario de términos literarios. Espasa.
Ruiz Gurillo, L. (1998). La fraseología del español coloquial. Ariel.
Sevilla Muñoz. J. (1988). Hacia una aproximación conceptual de las paremias francesas y españolas. Editorial complutense.
Sevilla Muñoz, J. (1993). “Las paremias españolas: clasificación, definición y correspondencia francesa, Paremia, 2.
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