Carátula de la Jornada sobre Geopolítica y Seguridad con la ponencia de la teniente coronel María del Carmen Ariñez.
27 de mayo de 2022. Inteligencia sanitaria y toma de decisiones es el título de la Jornada de Geopolítica y Seguridad ofrecida por la teniente coronel María del Carmen Ariñez Fernández, directora del Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa. La ponente habló de su experiencia como médico asistencial y asesora en campañas en las que ha participado España en los últimos años, centrando su conferencia en el análisis de la inteligencia sanitaria y la toma de decisiones.
La coronel Aríñez destacó que hasta el año 2014 se trabajó en escenarios convencionales, sin embargo, con la aparición del ébola, se modificó la concepción de la inteligencia sanitaria, hacia estrategias más globales y complejas, donde las amenazas y los desafíos a la seguridad nacional y mundial se tornaron hacia un carácter complejo y trasnacional.
“Desde 2014, se sufrió el brote de ébola, se acercó la pandemia a las sociedades occidentales y la amenaza sanitaria podía pasar fronteras y suponer una amenaza para la seguridad nacional. Hubo varios países en los que se retrasaron elecciones, se cambiaron las dinámicas de trabajo, con un descalabro económico en algunas partes del mundo, por lo que cambiaron las prioridades en la mentalidad global para destinar más recursos a las medidas sanitarias”, subrayó.
Pero es a partir de la pandemia del coronavirus cuando se ha producido una aceleración de las dinámicas globales que afectan a la seguridad de los países. “Se han visto afectados todos los países del mundo, con cambios psicológicos y sociales. Entre los riesgos y amenazas para la seguridad nacional están, por tanto, las relaciones de la sociedad con la salud”.
Dentro de ellos países, existe una colaboración que se centraliza en el Consejo de Seguridad Nacional, presidido por el presidente del Gobierno, donde están representados diversos colectivos, y entre ellos, está el Ministerio de Sanidad. Las decisiones del estado de alarma, el confinamiento… se adoptan en este organismo. “Este asesoramiento debe estar avalado por expertos, porque a mayor incertidumbre, mayor necesidad de inteligencia. La inteligencia proporciona al decisor un conocimiento para determinar quien es el adversario o definir la amenaza en el contexto en el que se realizan esas operaciones”, detalló la teniente coronel Aríñez.
Teniente coronel María del Carmen Aríñez Fernández.
El conocimiento que apoya a la toma de decisiones necesita de información precisa, predictiva, oportuna y relevante. “El decisor debe tener conocimiento de la situación y saber interpretarla para, posteriormente, trasladarla al equipo que toma las decisiones y acciones, con la finalidad de realizar un planeamiento de las capacidades sanitarias y la protección de la salud de las personas”, matizó.
La inteligencia sanitaria es un proceso en el que habrá muchos datos para la gestión del conocimiento. ¿Qué necesita la inteligencia sanitaria? Es aquella que recoge información geográfica, del análisis de la capacidad o riesgo de sufrir un ataque NBQ (nuclear, biológico o químico), de los riesgos ambientales y ocupacionales, las epidemias o enfermedades endémicas, además de los recursos sanitarios disponibles o aspectos de cultura y sociales del entorno al que se dirigen los efectivos.
“Existe una preocupación a nivel de los países ya que afecta a la seguridad nacional. Se ha decidido proteger a la sociedad frente a pandemias y epidemias. Así, en diciembre de 2021 se decidió en Europa reforzar el papel del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC)”, dijo la ponente.
La inteligencia epidemiológica, por su parte, es el proceso de detección, filtrado, verificación, análisis, evaluación e investigación de los eventos o situaciones que puedan resultar una amenaza para la salud pública. La información pasa por varias etapas: en un primer momento, se conoce la información que debe ser verificada. En la verificación se recaban los datos, con informes y análisis de los mismos, para valorar el riesgo de esa amenaza y tomar una decisión. “El objetivo de la inteligencia epidemiológica es detectar y evaluar los eventos de salud pública para asegurar la seguridad en salud de la Unión Europea a través de la ECDC”, explicó la teniente coronel.
Participantes en el webinar: María del Carmen Aríñez (ponente), Marta Gómez (directora de Comunicación) y Ana Isabel Paraná (docente del Máster en PRL).
El 90% de la información que utiliza la inteligencia sanitaria es de fuentes abiertas y, posteriormente, se deben confirmar esas alertas. “Las fuentes de información serán fiables y actualizadas (en la medida de lo posible), aunque también hay un porcentaje de fuentes de carácter restringido en el ámbito civil o militar”, concretó.
En cada operación militar, por ejemplo, se definen protocolos para el antes, durante y después de la actuación. Se debe decidir qué medidas de deben poner en marcha para defender a los militares desplazados en la zona (vacunas, profilaxis, riesgos químicos…) y se determinan las acciones de alto riesgo, riesgo intermedio o bajo riesgo.
Para concluir, María del Carmen Ariñez destacó que “la inteligencia sanitaria completa el conocimiento de la situación en la que nos movemos. Construye al mantenimiento de la salud y la operatividad de los individuos y colectivos. Moderniza el sistema de vigilancia epidemiológica nacional para estar preparados y permitir una respuesta ágil y acertada. Refuerza los sistemas de información. Dispone de un sistema de alerta temprana versátil y digitalizado para dar una respuesta ágil. Y facilita la creación de una reserva estratégica basadas en capacidades nacionales de producción”.
Puedes seguir las jornadas de Georg Frey, Raúl Pérez, Samuel Yecutieli, Joao Lemos Esteves, Daniel Romero, Johan Obdola, Shimshom Zamir, Julio Otero, Prudencio Escamillas y Samuel Morales.